La libertad de ser...
Pablo, sin embargo, anhelaba la verdad. Quería saber quién era realmente, más allá de las máscaras y las ilusiones. Así que emprendió un viaje hacia el interior de sí mismo, en busca de la autenticidad.
En su camino, se encontró con un sabio que le dijo: "La autenticidad no es algo que se encuentra, sino algo que se crea. Es el resultado de una elección, de una decisión de ser uno mismo, sin importar las consecuencias".
Él se sintió confundido. "¿Cómo puedo crear mi propia autenticidad?", preguntó.
El sabio sonrió. "Deja de buscar la aprobación de los demás. Deja de intentar ser alguien que no eres. Deja de creer en las ilusiones que te rodean. Y simplemente, sé".
Pablo se sintió desorientado. "¿Sé qué?", preguntó.
El sabio se rió. "No sé qué. Simplemente, sé. Sé tú mismo, sin importar nada más".
Pablo se sintió perdido, pero también se sintió libre. Comenzó a caminar por la vida sin la necesidad de una identidad fija, sin la necesidad de una aprobación externa. Y encontró que la autenticidad no era algo que se encontraba, sino algo que se vivía.
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